Uno de los principios masónicos es no discutir sobre política, porque la
política divide a los hombres. Parece que este principio es más valedero en la
sociedad Colombiana, ya que la política exaspera los ánimos, divide a los amigos
y a las familias. Sin embargo en virtud de la importancia de debatir las ideas
y confrontarlas a través de la argumentación creo preciso abrir este espacio
para debatir el espectro político nacional.
Algunos amigos me han preguntado porque insisto en votar por el POLO en este caso por Gustavo Petro y no por Antas Mockus. Hay varias razones la primera, siempre he sido militante de la izquierda y el POLO es el único partido en el país que representa esta ideología política y tiene una plataforma que lo sustenta. El POLO DEMOCRATICO ALTERNATIVO es el único partido que no tiene funcionarios involucrados en temas de parapolítica y denunció las alianzas paramilitares con los políticos de turno. Fue el partido que denuncio el tráfico de influencias y el favorecimiento a los hijos del presidente. Se opuso al decreto de emergencia social y destapo la olla podrida de Agro Ingreso Seguro, además fue el partido quien dio el debate de los falsos positivos.
Es un partido que le habla claro a la gente, nunca ha vendido sus ideales por burocracia o prebendas. Algunas personas juzgan el debate al interior del POLO sin saber que es un partido crítico que se mira así mismo y es capaz crear espacios de discusión sobre su devenir. Pocas organizaciones políticas del país sino ninguna es capaz de tener las discusiones que ha tenido el POLO a su interior.
Por otro lado Mockus demostró ser un hombre honesto que le imprimió decencia a la política y que le metió academia al acto de gobernar. Es un hombre inteligente que se sabe rodear. Bogotá se transformó en manos de Mockus, de una pequeña ciudad casi provincial a una ciudad moderna enmarcada en el plano internacional. Pero Mockus como todos tiene sus debilidades. El principal y más profundo es su ideología política; Mockus es un Neoliberal apoya las privatizaciones, el TLC, y los decretos de emergencia social. De que nos sirve que sea un hombre capaz, inteligente y honesto ¿si por ejemplo podría privatizar la educación pública del país?
La militan la política me parece importante, es signo de disciplina y de coherencia. El estar cambiando de partido cada elección me parece que trasluce la falta de ideología y de pertenencia.
A Nohemí Sanín le da lo mismo azul que rosa, lo importante para ella es continuar con su statu quo y con su cuota burocrática.
Me pregunto si los mismos que promueven la candidatura de Mockus hoy que esta de “moda” lo hicieron las pasadas elecciones. Surgen varias preguntas dignas de debate.
La discusión queda abierta.
Algunos amigos me han preguntado porque insisto en votar por el POLO en este caso por Gustavo Petro y no por Antas Mockus. Hay varias razones la primera, siempre he sido militante de la izquierda y el POLO es el único partido en el país que representa esta ideología política y tiene una plataforma que lo sustenta. El POLO DEMOCRATICO ALTERNATIVO es el único partido que no tiene funcionarios involucrados en temas de parapolítica y denunció las alianzas paramilitares con los políticos de turno. Fue el partido que denuncio el tráfico de influencias y el favorecimiento a los hijos del presidente. Se opuso al decreto de emergencia social y destapo la olla podrida de Agro Ingreso Seguro, además fue el partido quien dio el debate de los falsos positivos.
Es un partido que le habla claro a la gente, nunca ha vendido sus ideales por burocracia o prebendas. Algunas personas juzgan el debate al interior del POLO sin saber que es un partido crítico que se mira así mismo y es capaz crear espacios de discusión sobre su devenir. Pocas organizaciones políticas del país sino ninguna es capaz de tener las discusiones que ha tenido el POLO a su interior.
Por otro lado Mockus demostró ser un hombre honesto que le imprimió decencia a la política y que le metió academia al acto de gobernar. Es un hombre inteligente que se sabe rodear. Bogotá se transformó en manos de Mockus, de una pequeña ciudad casi provincial a una ciudad moderna enmarcada en el plano internacional. Pero Mockus como todos tiene sus debilidades. El principal y más profundo es su ideología política; Mockus es un Neoliberal apoya las privatizaciones, el TLC, y los decretos de emergencia social. De que nos sirve que sea un hombre capaz, inteligente y honesto ¿si por ejemplo podría privatizar la educación pública del país?
La militan la política me parece importante, es signo de disciplina y de coherencia. El estar cambiando de partido cada elección me parece que trasluce la falta de ideología y de pertenencia.
A Nohemí Sanín le da lo mismo azul que rosa, lo importante para ella es continuar con su statu quo y con su cuota burocrática.
Me pregunto si los mismos que promueven la candidatura de Mockus hoy que esta de “moda” lo hicieron las pasadas elecciones. Surgen varias preguntas dignas de debate.
La discusión queda abierta.
Comentarios